Erase un día en que era sábado. Me desperté en mi cama. Después le pregunté a mi madre que cuanto faltaba para que despegara el cohete hacia la Luna. Mi madre me dijo que salía a las ocho de la tarde y dijo que teníamos suerte porque iba a salir en nuestra ciudad.
A mí me gustaban muchísimo los astronautas y tanto me encantaba que también quería ir al cohete. También me acordé que como era para hacer una prueba salía solo un perro.
Y eran las seis de la tarde y fui a la casa sin que se diese cuenta mi madre para no ver el traje.
Sólo faltaban cinco minutos. Me puse el traje espacia y el casco y cuando faltaban diez segundos me metí dentro del cohete, mucha gente me vio y dijo que estaba loco, ¡podía morir!
Entré y despegó. Hizo un estruendo muy grande y cuando ya iba por el espacio vi muchos asteroides y ¡por fin llegué a la Luna! Clavé una bandera en la que ponía: El primer astronauta de Úbeda! Y cuando volvía a la Tierra toda la gente me aplaudió y me dieron una medalla de honor.
Alejandro Gámez Arcos 6º A
No hay comentarios:
Publicar un comentario